jueves, 26 de febrero de 2015

UNO DE LOS NUESTROS: ANDREI SHEVCHENKO

Crecer como futbolista y como persona en ambientes hostiles acaba siendo una forma de volverse más fuerte contra las adversidades. Así se podría describir la carrera de Andrei Shevchenko. Una flor que creció en la humilde Ucrania de los años 80 tocada por la catástrofe de Chernobyl. Andrei triunfó en el futbol Europeo y se transformó en el jugador más importante de la historia de su país. Y aun lo sigue siendo. Y lo será por muchísimos más años.
Andrei nació en Dvirkivshcyna, Ucrania en 1976. Su infancia quedó marcada el 26 de abril de 1986. De madrugada, ocurrió una de las peores catástrofes nucleares de la historia de la humanidad, el accidente de Chernobyl, ciudad que estaba a escasos kilómetros de donde vivía Adrei. Él, que tan solo tenía nueve años, y su familia tuvieron que huir hacia la costa para evitar los efectos de tal catástrofe. Aun así, siguió practicando el futbol hasta que a finales de los 80, la cantera del Dinamo de Kiev se interesó por él y lo fichó para sus filiales. Tras un gran año en el equipo B, en 1994 debutó con la primera plantilla. Desde que debutó con el primer equipo hasta que se marchó, es decir durante cinco temporadas, ganó el campeonato doméstico todos los años, pues en esa época, el Dinamo era el equipo más potente de Ucrania con diferencia, y Sheva era su delantero titular.
Pero no fue hasta la temporada 97/98 cuando saltó a la fama por endosarle un hat-trick al Barcelona en el Camp Nou. Su equipo venció 0-4 al equipo catalán. Ese mismo año, el dinamo se plantaría en semifinales de la Copa de Europa tras eliminar al Madrid con dos grandes actuaciones del joven delantero. Cayeron en dicha ronda ante el Bayern, aun así consiguieron igualar la mejor marca del club en esa competición.

Un jóven Andrei enloqueció a los zagueros culés.
A partir de esa temporada, su éxito fue creciente y, en verano de 1999, el todopoderoso Milán se hacía con sus servicios por 26 millones de euros. En el club lombardo lograría sus mejores registros como futbolista y se haría con la titularidad. Eso sí, solía estar acompañado en la delantera con un hombre con más llegada que él, ya sea George Weah en los primeros años o el “Pippo” Inzaghi a partir de 2001. Así pues, tenía un rol de delantero hábil y con calidad que se ajustaba perfectamente con otros puntas más rematadores.
Los primeros años en Itália fueron difíciles para el joven Andrei. Malas temporadas del club en las que no conseguían títulos, los cuales no llegaron hasta la campaña 2002/03. Esa temporada estuvo marcada por la consecución de la Liga de Campeones. Shevchenko puede resumir sus dos finales de Champions en dos penalties. En 2003 frente a la Juventus, marcó el gol decisivo en la tanda, tras un 0-0 en los 120 minutos reglamentarios. Fue héroe. Pero quizás la nota más amarga de su carrera fue la final de 2005 en Estambul. El Liverpool remontó un 3-0 en contra y acabó llevándose el trofeo a penalties, siendo Andrei el hombre que falló el lanzamiento decisivo frente al gran héroe de la noche, Dudek.

Sheva marcando a Buffon en la final de 2003.

Dudek detiene el lanzamiento de Sheva en 2005.

Fue tan importante y tan magnifica su aportación en el Milán, que tras ganar la Serie A en la siguiente temporada, fue premiado con el Balón de Oro de France Football, siendo nombrado así el mejor jugador del año.
Tras siete largas temporadas en la escuadra italiana, Sheva entró en los planes del Chelsea y de Abramovich y fue traspasado por 45 millones de euros. Con 30 años, Shevchenko nunca consiguió mostrar el nivel con el que deslumbró en Serie A, y aunque seguía dejando detalles de su clase, no se adaptó al futbol inglés, a causa también de importantes lesiones que truncaron su paso por el equipo Blue.  Fue cedido a su antiguo club, el Milan, durante la temporada 2008/2009, pero tampoco volvió a mostrar sus mejores cualidades. Al final, el Chelsea, lo vendió ese año al club de su vida, el Dinamo de Kiev, donde acabó su carrera marcando goles y agrandando su leyenda hasta 2012.

Sheva en el Chelsea.
La segunda época en el Dyanmo.




















Sheva es el máximo goleador histórico de su país. A parte de este importante logro, sin duda su mayor gesta con Ucrania fue clasificarla para el Mundial de Alemania en 2006, donde consiguió capitanear a su selección hasta cuartos, cayendo ante la Italia que acabaría siendo campeona. A parte, en 2012, esperó a retirarse para poder jugar la Eurocopa que se disputaba en su país, Ucrania, y Polonia. Llegó justo a la cita, pues arrastraba una lesión. Pero allí, nos dejó un partido memorable ante Suecia, anotando sus dos últimos tantos como futbolista que valieron la victoria ucraniana. Sin embargo, no pudieron superar la fase de grupos y Shevchenko se retiró al acabar el europeo.
Andrei fue uno de los jugadores más carismáticos de aquel Milán que marcó una época en Italia. Pero por lo que sin duda destacó, y por lo que siempre será “uno de los nuestros” es por demostrarnos que el talento, la calidad y la magia no están reñidos con ser un delantero puro.

El último gol de Shevchenko.

¡Gracias Sheva por tanta magia y tantos goles!

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