jueves, 8 de octubre de 2015

ANÁLISIS TÁCTICO: SALIDA DE PRESIÓN DEL BARCELONA

El Barcelona llega a este parón de las grandes ligas con dudas sobretodo en defensa. Errores que cuestan goles, malas decisiones y sobretodo problemas en la salida desde atrás están avasallando al club catalán. En este artículo analizaremos la causa de los problemas en la salida de presión de los azulgranas en este inicio de temporada.
Tras siete partidos de liga y dos de Champions, el Barça ha encontrado diferentes rivales que han salido a presionarle arriba. Realmente no es ninguna novedad respecto otras temporadas, pero el Athletic, primer rival en Liga ya tenía la medida a la zaga culé y usó una presión vista pocas veces antes contra el Barcelona: los de Valverde se alinearon con un solo punta (Aduriz) y linea de tres detrás de él (Sabin-Eraso-Susaeta), y en el momento que el Barça sacaba el balón desde atrás aparecía un segundo punta, en este caso Eraso, para montar una primera linea de presión de dos hombres. Aquí lo vemos.


Se puede observar la linea de dos marcada por el Athletic, que iguala fuerza con los centrales y dificulta el pase al MC, en este caso Busquets. La primera opción que jugó en este caso el Barça es la de buscar ayuda en el portero para conseguir superioridad y así poder desequilibrar este primer nivel. Esta es una opción complicada, pues no en todas las ocasiones el meta, en este caso Bravo, puede salir a ayudar en la creación. Vimos esta presión en otro partido en especial, frente al Bayer Leverkusen. Veamos la situación sin la ayuda del portero.


Se puede observar que con dos hombres presionando, los centrales no pueden desequilibrar a sus rivales solos, aparecen laterales y el MC, en este caso Rakitic, se tiene que acercar a recibir. Aun así, esta no es una buena solución, porque el pase a Ivan sigue siendo muy arriesgado: recibe de espaldas y rodeado de hasta cinco jugadores. La opción que entonces usa Luis Enrique para mejorar la fluidez desde atrás es la siguiente: incrusta al mediocentro, normalmente Busquets, entre los centrales para, primero, tener gente con mejor control y toque del balón que los centrales, y segundo, no necesitar al meta para conseguir superar en número a los rivales. Veamos esta acción en los dos encuentros.




Parece haberse encontrado una solución factible. Obviamente, con tres hombres en la zaga, los laterales tienen mucha más libertad y adelantan metros, colocando así al equipo en un 3-4-3 que varia según se ataque o se defienda. Sin embargo, esta modificación crea un desequilibrio en el centro del campo: los interiores (Iniesta-Rakitic) deben retrasar sus posiciones y colocarse a la altura del circulo central para suplir la posición de Sergio, apoyo que no siempre llega o que simplemente llega tarde, obligando al equipo a jugar pases arriesgados, que dan pie a errores y pérdidas de balón. A parte, en el caso que se coloquen, los centrocampistas reciben normalmente de espalda a la portería, y con los laterales a su misma altura, girarse y proseguir la jugada es una maniobra complicada y arriesgada que también puede comportar errores. Lo vemos en la siguiente imagen.



Se entiende claramente que al recibir un pase del central (que vuelve a ser complicado porque cada delantero queda entre la linea de pase de un central a un centrocampista), los interiores recibirán de espaldas, con la presión de los hombres de la medular rival y con dificultades para girarse o buscar un pase hacía delante. 
Visto el problema, la solución no es fácil. Es verdad que los dos partidos de los que hemos hablado el Barça los ha ganado, pero eso sí, con mucho sufrimiento (0-1,2-1). Posiblemente una de las claves para mejorar la movilidad del balón en la salida sería la aparición de Leo Messi junto a los interiores, sin posición fija, para romper los esquemas rivales, cosa que ya vimos en muchas ocasiones la temporada pasada (por ejemplo frente al Manchester City), a parte de una movilidad constante de todo el equipo, es decir, que todo el equipo acompañe el movimiento del balón desde la defensa hasta el ataque para aumentar las posibilidades de los apoyos cortos. El Barcelona tiene margen de mejora, y capacidad para mejorar. Veremos como evoluciona el equipo de aquí dos semanas.

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