lunes, 5 de octubre de 2015

DUDAS BAJO PALOS

En un deporte como el fútbol, dudar sale caro. Los conjuntos entrenan día a día para erradicar este fenómeno el fin de semana, y es que son muchas las ocasiones que un partido se resuelve por culpa de un error antecedido por una duda. Ahora, si lo analizamos bien, podemos llegar a afirmar que contra más cerca de nuestra portería nos encontremos, dudar tiene consecuencias más graves; por consiguiente, las dudas de un portero son las más propensas a salir caras. Pues bien, llegados a esta reflexión casi innegable, podemos afirmar que el Barça tiene un mar de dudas bajo palos, y por tanto un grave problema.
Como una casa, un equipo de fútbol se empieza por los cimientos, y es fácil reconocer en ellos a los zagueros e incluir por tanto al guardameta. Los grandes equipos suelen ser aquellos que tienes la espalda bien cubierta para a partir de allí avanzar al ataque. Un equipo que quiere aspirar a todo debe transmitir seguridad y confianza desde debajo de sus palos y a día de hoy eso no existe en la capital catalana. Parecía que Luis Enrique había dado con la tecla al combinar a Bravo y a ter Stegen para luego ir incrementando la confianza en el alemán, como claro proyecto de futuro, hasta que se hiciera dueño de la siempre difícil meta del Barça. Pero parece que Marc André ha dado un paso atrás en su rendimiento en el momento que se le ha pedido más responsabilidad.
Las dos Supercopas fueron un caos para el ex del Gladbach: nueve goles encajados en tres partidos. Se pueden estudiar las causa y demás, pero al fin y al cabo son nueve tantos, tres por encuentro. Y el inicio de temporada ha seguido el mismo patrón: en ningún encuentro ha conseguido dejar la portería a cero. Insisto que se podrían mirar con lupa cada uno de los goles, pero un dato así nunca es bueno.
La alta de Bravo ha vuelto a dejar al alemán en la banca como mínimo en Liga, ya veremos la decisión que toma Lucho frente las competiciones del KO, pero la situación es preocupante porque la afición culé sabe que el cancerbero chileno no es la solución de futuro que el club necesita.
Llegará el dia, y parece no quedar mucho tiempo, en que Bravo, de 32 años ya, deba pasar a un segundo plano, pues aunque haya cubierto su función de forma excepcional y ahora mismo sea el hombre más en forma para cubrir la portería blaugrana, no es el portero que busca el Barça; no es portero para un gran club que busca estabilidad bajo palos. Lo que no puede hacer el club catalán es dejar llegar este día sin asegurarse de que ter Stegen demuestre que está capacitado para asumir tal responsabilidad, y eso solo el tiempo lo dirá.
Una temporada más, parece que el alemán volverá a ser el hombre de las competiciones eliminatorias y deberá esperar para asumir el papel de primer portero, o como mínimo de forma absoluta, pues, tras una gran temporada, el inicio de ésta le ha dejado en un nivel más bajo, quizás insuficiente para el Barcelona. El futuro nos dirá cual es el verdadero ter Stegen: el campeón de Europa, o el de las dudas.

ter Stegen tras recibir su último gol, frente el Bayer. Un mar de dudas

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