Manchester
United. Vaya dos palabras. Palabras pesadas. Un señor club. Una señora historia
tras estas dieciséis letras. Solo hace falta decir que es el club con más
Premier Leagues para entender que estamos hablando sino de uno de los mejores
equipos de la historia inglesa, DEL equipo inglés por excelencia. Pero hoy no
quiero entrar a hablar sobre su grandeza, ni creo que haga falta que explique
lo que ha pasado allí en estos dos últimos años. Todos lo sabemos. Lo que no
sabemos es como hay que mirar a este equipo a la cara. Ahora mismo, el presente
del United, y sobretodo el futuro son totalmente inciertos. Pero quizás, desde
hace seis jornadas, esas dudas vienen cada vez más acompañadas por pequeñas
dosis de ilusión.
La marcha de
Moyes, los problemas de Van Gaal, las primeras derrotas y demás se empiezan a
disolver como un azucarillo en café caliente. Y es que 6 victorias seguidas
hacen mucho. El problema de este número es eso, que es solo un número. Igual
que lo son los tres goles que marcó a su eterno rival, el Liverpool, y los cero
que recibió del equipo Red. Y el problema de los números es que no explican
toda la realidad. La verdad pasa por el juego del United. Por sentarte y
gastar, o invertir, noventa minutos en ver uno de sus partidos. La verdad es
que el juego del United no acaba de convencer. Y es verdad. Aunque también es
verdad que este hecho está cambiando. Lo que se te queda cuando ves un par o
tres de partidos de los red devils es que es un equipo que más que un estilo,
presume de casta y de no rendirse jamás. De unión. De saber defender el escudo
que llevan en el pecho.Y a la vez ves que la progresión del juego es positiva.
No convence aun, pero parece que convencerá.
Ganar al
Liverpool 3-0 alineando solo jugadores de la temporada pasada, de esa horrorosa
temporada, dice mucho del trabajo de Louis. El primer paso está hecho. Y hay
que reconocerlo. A partir de ahora yo, personalmente ni me atrevo a predecir
que pasará con este equipo, si alargaran esta racha o sucumbirán y volverán a
las andadas. Equipo hay. Si los jugadores que estaban ya eran de un nivel alto,
los últimos fichajes hacen de este proyecto un proyecto ganador. Así que ya no
digo ahora, pero tarde o temprano este equipo deberá funcionar y competir por
TODOS los títulos, sino se unirá a la lista de fiascos que encabeza el bueno de
Moyes.
Cada minuto
que pasa en el campo el equipo va cogiendo más confianza. De Gea se ha erigido
como nuevo ídolo de la afición y ha salvado ya un buen puñado de puntos en los
últimos minutos, RVP vuelve a tener ese olfato goleador que asustó a estadios
enteros en Inglaterra. Rooney se ha vuelto más capitán que nunca. Mata,
Ander, Carrick, Di María, Fellaini y Blind, si le permiten las lesiones están
empezando a construir ese medio del campo que tanto necesitaron en Old Trafford
la temporada pasada. Jóvenes caras como Wilson, McNair o Blackett han empezado
a aparecer como titulares apuntando a un futuro próximo. Las malas noticias
llegan en la defensa, muy inestable, a la que hay que añadir una importante
plaga de lesiones que ha sufrido estos meses (de la que se está saliendo con
solvencia) y los pocos minutos de los que dispone Falcao, que no encuentra su
sitio.
El equipo
empieza a carburar, pero hay que seguir siendo realista, los Red Devils están
un paso por detrás de City y Chelsea, que parecen tener el derecho de luchar
por la Premier de este año. Pero ya solo les queda ese escalón, en su
particular ascenso han superado ya todos los demás escollos. Ahora les toca apretar
los dientes y apuntar alto, que no les entre vértigo y vuelvan a caer, y con un
poco de suerte intentar hacer aunque sea cosquillas a los dos de arriba. Van
Gaal ya tiene puesto su objetivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario