lunes, 12 de enero de 2015

SIETE DÍAS DESPUÉS.

Tirar la primera piedra. La primera hostilidad. Se ha abierto la caja de pandora. Bueno se abrió el fin de semana pasado. En can Barça ya ha pasado la semana más convulsa del año. La primera y yo ya sé que será la más caliente de todo 2015. La cuestión es que se ha acabado la semana, pero ¿se acabaron los problemas en la ciudad condal?
Quién sabe. Algo más tranquilo se duerme ya en Barcelona. Porque mira, que se pierda en Anoeta, bueno. Que destituyen a Zubizarreta, ya tocaba. La junta convoca elecciones, es buena noticia. Problemas entre Luis Enrique y Messi, ojo que esto es serio. Cánticos plebiscitarios en el Camp Nou, la cosa pinta fea. Messi se quiere ir, para, para que me bajo. La tensión se notaba hasta en el tupé de Neymar. Pero como a aquél que le pitan un penalti en el descuento, ha llegado domingo. El séptimo día de la semana trágica ha apagado las llamas en Barcelona. Se podía liar gorda. Imaginaba un Camp Nou pitando dividido entre pitidos y pañoladas, haciendo algo estilo "hola fondo norte, hola fondo sur" pero con los nombres de Lucho y Messi. Imaginaba un Barça palmando y jugando a balonmano al borde del aera del Atlético sin saber que hacer. Tenía un miedo que ni quería ver el partido.
Pero tanto imaginé, que acabó pasando lo contrario. Partidazo del Barça, gol de Neymar, gol de Suárez, gol de Messi. Posiblemente los mejores minutos de la temporada para los culés. Todos contentos, un Camp Nou lleno animando y dejándose la voz. Si es que ni en mis mejores sueños. Pero encima, sale Messi, que le hacen una entrevista, y ya me deja conciliar el sueño por lo que queda de mes. Me dice que se queda, que no pasa nada entre el míster y él, que no ha pedido la cabeza de nadie y que hay que estar unidos. A mi que diga eso Leo me ha llenado, mira. Buenas notícias. Que sí, que también ha tirado alguna puita a los culés que dicen que son culés y no lo son (¡al loro!), pero oye no me amarguen la semana, otra vez.
Cuando dentro de aquí un par de días todo vuelva a estabilizarse de nuevo la pregunta será, ¿podremos acabar la temporada sin oir hablar más de esto? ¿O cada vez que el Barça pierda oiremos el fantasma que me susurra "Messi al Chelsea, se lleva mal con Luis Enrique" y que no me deja dormir?
Espero que no pase. Espero que la semana convulsa acabe como acaba cualquier semana: siete días después de que empezara. Que esto se quede en siete días malos, muy malos y que si se tiene que hablar de todo esto que se haga en julio, que la temporada siga su curso, y que los únicos que me calienten la cabeza con esto sean Pedrerol y compañía de madrugada con sus #ChiringuitoSi o #ChiringuitoNo. Aunque viendo el nivel del periodismo deportivo del país, aun si todo va bien dentro del vestuario, yo sé volveremos a leer titulares de que Messi ha empezado a seguir a no sé quién en Instagram, ya verán.

Siete días después, volvió la calma a Barcelona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario