El Inter de Milán, un equipo top,
se apuntó a la moda de los magnates. Igual que Chelsea, City o PSG, el equipo
ha recalado en manos de un empresario, en este caso indonesio, llamado Erick
Thotir, al cual Massimo Moratti, presidente durante 18 años del equipo lombardo
le vendió el 70% de las participaciones del club y por tanto le cedió su puesto
de presidente. Todo esto pasó en 2013. Año y medio después, el Inter sigue
deambulando sin rumbo, como su vecino rossonero, por la tabla de la Serie A. Aunque
hay que reconocer que en este mercado de invierno el conjunto se ha reforzado
con un par de nombres que producen cierta ilusión en sus tifosi. De acuerdo, no
son estrellas mundiales, no se llaman Messi ni Cristiano, pero tanto Podoslki
como Shaqiri son jugadores interesantes que llegan a un calcio que necesita
aires frescos. Entonces la pregunta es, ¿puede el Inter llegar a ser el nuevo
Chelsea, el nuevo City o el nuevo PSG?
Lo primero que hay que ver es que
la fortuna personal de Thotir, unos 850 millones de euros, queda lejos de la de
magnates como Abramovich, 10.200 millones, o la del jeque Mansour bin Zayed,
propietario del Manchester City, que asciende a los 16.000 millones de euros.
Pero, aun así, Thotir ha recalcado que quiere invertir una importante cantidad
de dinero, llegando a interesarse en la construcción de un nuevo estadio, cosa
que parece difícil ya, con la confirmación del Milan de hacerlo ellos y
abandonar San Siro, hasta ahora el campo compartido por los dos equipos.
Lo que está claro, es que el Inter
ahora no puede fichar a estrellas mundiales, no es su negocio. La faena de
Erick es conseguir traer jugadores de nivel alto y que rindan en el campo. Podolski
y Shaqiri lo son. Sobretodo el suizo, mucho más joven y con un gran talento. A
partir de ahí, deben empezar a alcanzar
objetivos gradualmente como volver a Champions, que sea frecuente su presencia
en el bombo de octavos de dicha competición, poder competir la Serie A con una
Juve que parece que ha tocado el punto álgido de su proyecto y que ahora solo
puede empeorar (factor que deben aprovechar los neroazzurros) y en definitiva,
volver a la élite de la que se fueron a la vez que Mourinho dejó su puesto en
el banquillo allá en 2010.
Por tanto, el equipo lombardo debe
tener como modelo el Chelsea, es decir un proyecto a largo plazo. Ir montando
un equipo con cabeza y no a base de talonario. No puede pensar en ganar en
Europa el año que viene, pero si se debe exigir volver a tener importancia en
Italia. La llegada de un viejo conocido como es Mancini puede ser el primer
paso hacia ello.
Es difícil que el Inter llegue al nivel de City, Chelsea o PSG en un corto plazo de tiempo, e incluso en un periodo largo a causa de las grandes inversiones de dichos equipos, pero la llegada del magnate indonesio puede y debe ser un impulso para que como mínimo el equipo recupere el pedigrí que ha tenido siempre y que confío en que volverán a tener.
Es difícil que el Inter llegue al nivel de City, Chelsea o PSG en un corto plazo de tiempo, e incluso en un periodo largo a causa de las grandes inversiones de dichos equipos, pero la llegada del magnate indonesio puede y debe ser un impulso para que como mínimo el equipo recupere el pedigrí que ha tenido siempre y que confío en que volverán a tener.
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Shaqiri debe ser la pieza clave en la recomposición del Inter. |
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