Todo el mundo conoce a Antonio. Un apasionado del motor y sobretodo de F1. A lo mejor demasiado. Un Alonsista declarado, como yo, ¿a quién quiero engañar?
Si le preguntas por el mejor piloto de la parrilla, él lo tiene claro: 'Magic'. Posiblemente luego seguiría este ranking con Kimi o Hamilton (hace unos 5 años no debía ser tan bueno), y posiblemente en cuarta o quinta posición encontraríamos a Sebastian Vettel. El vigente campeón lleva unos años intratable, pero, según Antonio y una gran mayoría de fans de Alonso, esto viene dado por su RedBull, el cuál es sin ninguna duda el mejor coche de la parrilla actual. Adrian Newey, el padre de este monoplaza, ha conseguido dejar atrás a sus competidores: ni Ferrari, ni Mercedes ni cualquier otro equipo pueden comparar su coche con el diseñado por el inglés. Pero hay que ser fríos y pensar. Señores, esto es la Fórmula 1, el deporte que combina el pilotaje y la ingeniería y el diseño del coche. Y la mejor dupla en este aspecto ahora es Vettel con su RedBull. Vettel y Newey.
Y aquí llega la que yo llamo Teoría Lobato: Fernando es mucho mejor piloto, pero el coche de Sebastian es mucho mejor, eso marca la diferencia. A parte, del tema suerte, que parece que, para Antonio, siempre está a favor de el alemán. Todo el tema del monoplaza es verdad claro, Ferrari parece que no puede diseñar un automóvil a la altura del del equipo austriaco. Solo hace falta ver los dos últimos GP's. Ver a Alonso en segunda posición dándolo todo y a la vez darse cuenta como Vettel castiga al asturiano décima tras décima, duele.
Pero creo que ha llegado el momento de reconocer otro factor. Todo esto está muy bien, nadie puede negar quién tiene el mejor coche. Pero es hora de reconocer que Vettel es un extraordinario piloto y que ha hecho méritos propios para estar allí, cuatro campeonatos lo avalan (este último está ya sentenciado). Y quizás lo más duro, hay que darse cuenta que tal vez no toda la culpa sea de Ferrari. Fernando es un excelente piloto, de los mejores, pero no toda la culpa puede ser del equipo, tal vez le falta esa chispa, esa garra, ese hambre que tenía cuando corría en Renault. Esa chispa que le llevo a desbancar a Michael Schumacher, el heptacampeón, el mejor piloto de todos los tiempos. La que siempre le veo a Hamilton, por ejemplo, cuando pretende adelantar a un rival.
Creo que es hora de afrontar que hoy por hoy Vettel está en otro nivel, sea por el coche o no, y que, aunque en cada carrera se deje la piel, Fernando le falta la ambición del joven, del que aún busca su primer Mundial. Es hora de dejar de banda la Teoría Lobato y aceptar que las cosas cambian.
Aún así, seguiré creyendo en Alonso y sé que el año que viene, la temporada 2014 volverá a luchar como siempre ha hecho, como un Samurai.
¡AVANTI FER!
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Los tiempos cambian, y parece que no es casualidad. |
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