miércoles, 2 de septiembre de 2015

DE KLOPP A TUCHEL

Cuando te sientas delante de tu televisor a ver un partido difícilmente te puedes imaginar que acabarás enamorado del juego de un equipo. El 24 de Octubre de 2012 decidí ver un interesante Borussia Dortmund – Real Madrid. El Borussia, campeón de las dos últimas Bundesliga se enfrentaba al poderoso Madrid de Mourinho. Sobre el papel, como mínimo, interesante.
Los primeros recuerdos que tengo del equipo de la cuenca del Ruhr datan de 2002 cuando contaban en sus filas con dos cracks checos: el gigante Jan Koller y el actual jugador del Arsenal Thomás Rosicky, que eran los encargados de mover el equipo y de dar los últimos títulos al equipo antes de pasar por el purgatorio de estar en bancarrota y a punto de desaparecer.
Después de la tormenta viene la calma, si así podemos describir a Jürguen Klopp. Desde su llegada en 2008 al club teutón implantó su sistema de juego: directo, preciso y letal. Con jugadores de casa, fichajes de jugadores con nombres impronunciables y alguna que otra apuesta arriesgada creó un equipo campeón. Las dos Bundesliga ganadas al siempre temible Bayern son el mejor ejemplo de esto.
Pero volvamos a ese 24 de Octubre de 2012. Ese día vi la que considero una de las mejores exhibiciones de “futbol directo”, si así lo podemos llamar. Ese día descubrí por qué ese equipo había logrado esos títulos en años anteriores. Me gustaría resumirlo con una sola frase: “Aprovechamiento perfecto de los espacios”.
Juego directo, “a barraca”, buscando los espacios, las bandas. Carrileros jugando como extremos (la pareja de laterales Schmelzer-Piszczek era simplemente genial), centrales fuertes y contundentes al corte, Gündogan siendo el eje del equipo en defensa, en ataque y capaz de jugar “box to box” al puro estilo inglés, extremos con gran capacidad de desborde, el olfato goleador de Lewandoski y por último la magia de un joven Mario Götze. Sobre el papel los ingredientes de una receta prometedora. Sobre el campo un estilo de juego único: con cinco pases eran capaces de desmontar al temible equipo de Mourinho.
El resultado de ese partido: 2-1 (Lewandoski, Schmelzer / Ronaldo). Pero para los románticos, puedo asegurar que me habría enamorado igualmente del estilo de Klopp si hubiera acabado todo con un 0-3. Y fue por eso que no me perdí ningún partido más del equipo alemán en esa edición de la UCL.
Ese mismo equipo del que os hablo se plantó en la final de la Champions dejando en la cuneta al Shakhtar, Málaga (de un modo claramente épico, sino que se lo pregunten al central goleador de esa noche Felipe Santana) y al mismo Real Madrid.
Por todos es sabido la final la ganó el Bayern de Heynckes con un gol de Robben en el 89’ que le redimía de todas sus actuaciones de sus anteriores finales y partidos importantes.
Siendo el equipo de moda sufrieron en sus carnes la voracidad de los “grandes” del futbol europeo y fueron perdiendo muchos de esos cracks que les llevaron a rozar la orejona.
Esta temporada fue la última del ciclo de Klopp en Dortmund. Con un equipo lastrado por las lesiones, por las múltiples ventas y seguramente exprimido al máximo; Klopp llegó a su límite y decidió despedirse. Se acababa un ciclo ganador y de excelso juego, pero la directiva demostró una gran capacidad para encontrar un sustituto.
El nombre de Thomas Tuchel no parece a priori ilusionante para el público de fuera de Alemania. Pero este joven entrenador no solo comparte con Klopp el club donde se dio a conocer (1.FSV Mainz 05) y una trayectoria en él muy parecida. Por carácter, por estilo son entrenadores de un mismo perfil.
Llegados a este punto podemos entender que se generase ilusión entre los que llenan fin de semana tras fin de semana el Signal Iduna Park. Si a esto le sumamos las 8 victorias en 8 partidos oficiales, el balance de 30 goles a favor por 6 en contra, el liderato en la Bundesliga y el buen juego que están desarrollando; podemos comprender porque en Dortmund se vuelve a ver la luz al final del túnel.
Si me lo permiten yo seguiré esperando tranquilamente otro 24 de Octubre, porque este equipo también tiene unos buenos ingredientes en manos de un buen cocinero. ¿Llegará? Me aventuro a decir que si…
Danke Jürgen.

@joanmarcnq

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